domingo, 30 de junio de 2013

Cartas a la concoca #9



Un día de junio del 2013

Querida cohabitante

¿Cómo estás?

El otro día te escribí una carta, pero nunca llegó a ti, es más, ni siquiera tuve la decencia de salvarla, no decía nada malo, no te ofendía ni nada, en ningún momento intento hacerlo ya, mencionaba la idea de que deberíamos ser amigos de nuevo, necesito contarle a alguien lo maravillado que estoy con mi nueva relación. Con pocas personas tengo oportunidad de hablar como soy, probablemente seas tú y el trauma tres las únicas mujeres con las que puedo abrirme completamente, por eso eran tan importantes en mi vida. Ahora las veo como una posible fuente de amistad, pero quizá ahora pase en sentido contrario lo que yo pensaba, quizá ustedes no tienen ganas de escucharme o de que les de lata.  Pero ¿qué puedo hacer? Es tan maravilloso, se sienten esas ganas de compartirlo con el mundo, porque es algo completamente nuevo.

¿Recuerdas cuando dije que sería agradable enamorarse de ti? O más bien escribí, fue en una carta.

Fue una simple ilusión, me di cuenta que cuando uno se va a enamorar, simplemente se enamora, no tienes control sobre semejante acción, sientes la vida florecer de una manera diferente, me da gusto que te hayas enamorado alguna vez. Espero que estés profundamente enamorada de tu novio, es algo realmente maravilloso, te digo, me cambió completamente. No puedo creer que esté enamorado, quisiera platicarte de lo maravilloso que es ella. Pero no podemos, estamos separados por una barrera enorme que llamaré indiferencia y pasado, a parte que cada uno ha seleccionado su camino y que lejos de ser una importante adición a mi vida en estos momentos, te convertirías en simplemente un motivo de disputa para mi actual pareja y yo.

Tengo que contarte algo, hay unas líneas de Carlos Sadness que me gustan mucho.

“Que yo te esperé y tú desesperaste entre tardes fugaces. Se hace de día, en una ciudad que no es mía y la chica que duerme a mi lado nunca sabrá que existías.”

Y así juré que viviría, que mi pareja no sabría de ti ni de mi pasado. Fracasé, pero fue para bien, mi novia le conté tu historia resumida, lo que pasó y lo que no pasó, las preguntas sin respuesta, los silencios incómodos y todo eso que te convierte en un evento en mi vida. Gracias mi estimada kaybee, gracias a ti caí en la realización del enamoramiento, me di cuenta de que adoro a mi pareja, quiero decirle que la amo pero es demasiado pronto. Imagina que feliz estoy para escribirte esto. Eres ese bosque que mi vida quemó y ahora de sus cenizas crece algo nuevo, algo hermoso.

Se llama Ana, le digo Annie, sabes esa mala costumbre que tengo de modificar los nombres o usar el nombre que menos usan, te imaginarás que tiene un segundo nombre, no te lo diré, es de esos detalles que están de más.

En fin, es posible que mis cartas dejen de ser tan continuas como solían serlo. Es difícil escribirle a otros cuando una persona se ha vuelto dueña de mi atención, posiblemente en esos momentos en los que la reflexión se apodera de mí y tengo que escribir esas cosas que ella no necesita saber o que quizá ya sabe, ya se lo he dicho. Espero y no lo tomes personal, probablemente escribo esto y mañana te escriba de nuevo o pasado y quede mi sentencia en mentira, pero no lo es así.

En fin mi querida cohabitante, espero que estés feliz, que tu vida vaya floreciendo y corrigiéndose de manera adecuada. Cuídate mucho, sé muy feliz.

Con cariño
M. Gray


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