Un día de junio del
2013
Hola mi estimada cohabitante
Lo sé, ya no puse “querida algo”,
quizá por fin acepté que nunca fuimos algo y eso es un progreso. Pero igual,
regresaré al “querida” porque suena agradable aunque quizá no te quiera,
probablemente lo hice pero ahora creo que ya no lo hago.
Querida cohabitante, tengo muchas
cosas que contarte, muchas cosas que en mi vida están cambiando desde la última
vez que te escribí. El tiempo no ha pasado en vano y eso es bueno. Lo sé, tu
mirada de desprecio en lugar de disminuir a tendido a incrementar, no sé por
qué, deberías devolverme la sonrisa de vez en cuando, aunque sea por amor a las
viejas glorias.
Creo que la principal noticia que
debo de compartirte es que tengo novia, lo sé, suena difícil de creer pero así
sucedió. Es una mujer maravillosa que no sé cómo ni supe por qué, pero ahora es
mi novia, es muy amable, muy linda y me dice cosas que nunca nadie me había
dicho. Creo que por fin tengo oportunidad de tener una mujer maravillosa en mi
vida que me quiera y que vea en mí un futuro. No te lo cuento con el propósito de
presumir que tengo novia o en forma de reproche, sólo es algo que considero
importante en mi vida y que quizá debas de saber, significa que por fin estoy
avanzando, que he progresado desde la última vez que quise a alguien y que
quizá soy capaz de querer una vez más, quizá esta vez me enamore y sea feliz,
son cosas que aun no sé, que la duda se apodera de mí por ratos, pero te
confieso, cada vez que beso sus labios, toda duda se desvanece y me siento en
cierto modo, feliz y tranquilo. Eso debe de ser importante, rara vez me he
sentido feliz y contento con alguien aparte de que demuestra interés en todo lo
que hago y todo lo que soy.
Otra noticia que me llena de
alegría y que probablemente es mucho más importante que la primera pero por
esta ocasión la puse en 2da parte es… terminé la universidad, me voy a graduar
de ingeniero en electrónica por fin, es algo fabuloso, terminar la universidad
en 8 semestres no es algo que cualquiera pueda ser capaz de hacer, siento necesidad
de escribir algo de agradecimiento hacia ti por el hecho que formaste parte de
mi vida durante estos cuatro años, por haberme hecho fantasear que estarías en
mi vida por lo menos dos años, a parte que te tengo que confesar, en cierto
modo me gustaría que estuvieras ahí, pero no debes, eres una espina de mi
pasado que resuena aun con fuerza, porque eres una mujer de esas que se clavan
hasta lo más profundo de uno y tienes esa facilidad de dejar a uno deseando más
a pesar de tus mil y un defectos, pienso que eso es una de las cosas que te
hacen maravillosa como persona y a la vez te hacen la peor de las mujeres.
No soy nadie para juzgarte, y aun
así sin querer me he enterado de tus fallas, aunque últimamente perdí rastro
total de ti, alguna vez te llegué a ver a lo lejos y quizá tu me viste de
vuelta y lo único que obtuve de respuesta fue tu mirada de desprecio, un
desprecio tan grande que se podía saborear, no sé porque me miras así si yo no
te he dado motivos para eso, de hecho el que debería de mirarte así soy yo pero
no puedo, hago mi esfuerzo por cumplir mis promesas.
En fin, ayer le escribí una carta
a la tormenta, creo que no fui dulce y tampoco amable, no es mi intención, las
palabras surgieron con tal facilidad que era un reproche, un reclamo, esta
ocasión te salvaste, no te tocó nada de eso. Te salvaste, quizá porque a la
larga he conseguido disminuir tu daño y en cierto modo sé que me he perdonado y
te he perdonado.
Te deseo toda la felicidad que te
desees a ti misa, se muy feliz, enserio. Y te confieso, me encantaría
encontrarte en un futuro y me presentes a tu hermosa familia.
Con cariño
M. Gray
No hay comentarios:
Publicar un comentario