Un día de mayo del 2013
Querida tormenta, ¿cómo estás?
Ha pasado un tiempo y te juro que
moría de ganas de escribirte algo, hacerte saber lo que me pasa a ratos y lo
que está pasando con mi vida. Intento reconstruirla poco a poco, ir encontrando
todas esas partes que forman mi vida, ir juntando esas piezas de rompecabezas
que aun no consigo encontrar y que siento que están aquí, a un lado de mi pero
por mi ceguedad aun no consigo ver.
El tiempo ha pasado y te confieso
que he muerto de ganas de verte, me he parado en las escaleras para ver si a lo
lejos diviso tu peculiar figura con tus peculiares lentes. Ese color que
resalta entre las multitudes. Sé que es posible que te vea con tu amada pareja,
¿ya cuanto llevan? ¿Todo ha sido maravilloso?
Espero que sí, creo que te lo
mereces. Espero que tu vida tenga ese orden que busco para la mía, siempre
fuiste una persona muy activa entonces no me sorprendería que tuvieras
problemas con tu horario y todo eso que te gusta hacer, siempre tuviste esa
clase de problemas y siempre te di ese consejo de que dejaras ir alguna de tus
actividades, siempre dijiste que no y continuaste así, estoy seguro que a la larga
conseguirás poner en orden todas tus actividades y el tiempo te rendirá para
todo, y cuando el tiempo te rinda para todo, vas a meter otra actividad para
que te deje de rendir. Eso eres, eso haces, es natural de ti. No es reproche,
es descripción tuya y de todo eso que te hace o te hizo maravillosa en mi vida.
¿Qué te puedo contar? O ¿por qué
te escribo?
Ya te dije, muero de ganas de
encontrarte nada más para refrescar tu imagen en mi memoria. Temo el olvidarte
algún día.
¿sabes? Estamos a poco tiempo del
26 de junio, y por estas fechas te vi y te conocí y todo fue maravilloso, no
puedo evitar recordar y que todo eso aun haga ruido en el pecho y meta
distorsión en la cabeza.
¿Por qué?
Más de una vez me he puesto a
pensar que hubiera sido de nosotros. Era feliz contigo a pesar de no ser más
que un conocido para ti.
¿Por qué te escribo eso ahorita?
No sé, no gano nada, sólo son
ideas que pasan por la mente cuando uno se sienta a escribirte un poco, sin
motivos, sin pretextos, sin nada.
En fin, espero que tu vida vaya
de maravilla, que todo esté bien y siguas siendo tan genial como sueles ser,
feliz querida tormenta, te lo mereces.
Con cariño.
M. Gray